Varias entidades artísticas reclamaron la reapertura de Teatro Cervantes
El conflicto en el Teatro Nacional Cervantes no se resuelve
Clarin :4/5/07
Un grupo de actores leyó un informe sobre el estado de la sala, en el que aseguran que "se encuentra cerrada, en decadencia material y sin conducción". La protesta fue frente a la Secretaría de Cultura, que atribuye la paralización a un "conflicto gremial".
Varias entidades artísticas reclamaron la apertura del Teatro Nacional Cervantes ante la Secretaría de Cultura, que atribuyó la paralización de esa sala a un "conflicto gremial". Frente al edificio de la avenida Alvear y Rodríguez Peña leyeron un escrito con sus pedidos la Asociación Argentina de Actores (AAA), el Movimiento de Apoyo al Teatro (MATE) y el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT). La sala de Libertad y Córdoba, dependiente de esa Secretaría, se encuentra "paralizada, en decadencia material, funcional y sin conducción tras la renuncia de su director Alejandro Samek", aseguraron las entidades en el manifiesto. Y agregaron que el Cervantes "está cerrado, sin presupuesto, sin funciones y amenazado por el deterioro de su estructura edilicia".También expresó su descontento el cantante Sandro, quien expresó su apoyo al reclamo de los teatristas a través de un llamado telefónico. Por su parte, Cultura negó que el Cervantes se encuentre cerrado. Según el jefe de Gabinete de la secretaría, César Calcagno "los actores y los teatristas no se hacen cargo del problema gremial, no participan de la solución y sólo exigen y nada más".Calcagno señaló además que se está estudiando la posibilidad "de sacar el teatro afuera -de gira- o de resolver el conflicto luego que el Presidente homologue el convenio" aunque pronosticó que "a lo mejor, se resuelve adentro también porque los que no trabajen se harán cargo de sus responsabilidades". Los teatristas denunciaron en un comunicado leído por Juan Carlos Gené, Eduardo Blanco, Graciela Dufau, Luisa Kuliok, Lydia Lamaison, Enrique Liporace y Leonor Manso, que el teatro "agoniza funcional y materialmente, y arrastra tres problemas".Los puntos conflictos son según los actores: "un presupuesto indigno para sus producciones artísticas, un conflicto con los sectores gremiales técnicos que comenzó en 1992 y se viene agudizando hasta llegar a un estado de parálisis de la actividades desde octubre de 2004, y el deterioro terminal de su edificio, que es una joya arquitectónica". Reclamos a los que Calcagno respondió que sobre el presupuesto que los teatristas "sufren de una ignorancia supina y opinan con absoluto descaro, porque el Teatro Nacional Cervantes es autárquico"."La Secretaría no le da presupuesto a nadie, es el Gobierno Nacional el que lo hace", sostuvo. Ofuscado, Calcagno manifestó que "el director del Cervantes que renunció porque dijo que tenía poco presupuesto, fue quien lo elaboró y en abril se dio cuenta de que no le alcanzaba, es curioso", manifestó. El funcionario reconoció que hay un deterioro del edificio "pero no es terminal", aseguró.
Un grupo de actores leyó un informe sobre el estado de la sala, en el que aseguran que "se encuentra cerrada, en decadencia material y sin conducción". La protesta fue frente a la Secretaría de Cultura, que atribuye la paralización a un "conflicto gremial".
Varias entidades artísticas reclamaron la apertura del Teatro Nacional Cervantes ante la Secretaría de Cultura, que atribuyó la paralización de esa sala a un "conflicto gremial". Frente al edificio de la avenida Alvear y Rodríguez Peña leyeron un escrito con sus pedidos la Asociación Argentina de Actores (AAA), el Movimiento de Apoyo al Teatro (MATE) y el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT). La sala de Libertad y Córdoba, dependiente de esa Secretaría, se encuentra "paralizada, en decadencia material, funcional y sin conducción tras la renuncia de su director Alejandro Samek", aseguraron las entidades en el manifiesto. Y agregaron que el Cervantes "está cerrado, sin presupuesto, sin funciones y amenazado por el deterioro de su estructura edilicia".También expresó su descontento el cantante Sandro, quien expresó su apoyo al reclamo de los teatristas a través de un llamado telefónico. Por su parte, Cultura negó que el Cervantes se encuentre cerrado. Según el jefe de Gabinete de la secretaría, César Calcagno "los actores y los teatristas no se hacen cargo del problema gremial, no participan de la solución y sólo exigen y nada más".Calcagno señaló además que se está estudiando la posibilidad "de sacar el teatro afuera -de gira- o de resolver el conflicto luego que el Presidente homologue el convenio" aunque pronosticó que "a lo mejor, se resuelve adentro también porque los que no trabajen se harán cargo de sus responsabilidades". Los teatristas denunciaron en un comunicado leído por Juan Carlos Gené, Eduardo Blanco, Graciela Dufau, Luisa Kuliok, Lydia Lamaison, Enrique Liporace y Leonor Manso, que el teatro "agoniza funcional y materialmente, y arrastra tres problemas".Los puntos conflictos son según los actores: "un presupuesto indigno para sus producciones artísticas, un conflicto con los sectores gremiales técnicos que comenzó en 1992 y se viene agudizando hasta llegar a un estado de parálisis de la actividades desde octubre de 2004, y el deterioro terminal de su edificio, que es una joya arquitectónica". Reclamos a los que Calcagno respondió que sobre el presupuesto que los teatristas "sufren de una ignorancia supina y opinan con absoluto descaro, porque el Teatro Nacional Cervantes es autárquico"."La Secretaría no le da presupuesto a nadie, es el Gobierno Nacional el que lo hace", sostuvo. Ofuscado, Calcagno manifestó que "el director del Cervantes que renunció porque dijo que tenía poco presupuesto, fue quien lo elaboró y en abril se dio cuenta de que no le alcanzaba, es curioso", manifestó. El funcionario reconoció que hay un deterioro del edificio "pero no es terminal", aseguró.
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