Un futuro guión museológico para el recién inaugurado museo de las islas Malvinas.
Hugo P. Castello, 2014. MACN:
en comisión en la Fundación
de Historia Natural "Félix de Azara"
Durante más de dos décadas existió
en la Sala de
Paleontología del Museo Argentino de Ciencias Naturales “B. Rivadavia” del
Parque Centenario una pequeña exhibicion sobre la fauna y la flora de las
Malvinas.
Un día el ex director E. Romero
decidió que no valía la pena actualizarla la exhibición y la hizo desmontar.
Se borró así un antecedente
interesante en este tema, los dos primeros argentinos autorizados a viajar como
científicos a las Malvinas, fueron el naturalista Mauricio Rumboll y la especialista
en algas marinas, Prof. Carmen Pujal, quienes viajaron en el vuelo semanal de LADE a Stanley (así
denominada en aquellos años) sin
necesidad de presentar el pasaporte y colectaron numerosos material y dejaron
lazos de amistad con los isleños.
Uno de las aspectos que nos debería
interesar como argentinos en una futura exhibición del mencionado museo seria el de destacar las bellezas naturales de
las islas y su abundante fauna y flora., que no hace falta describir en esta
nota.
Otro aspecto bastante olvidado de
la historia de las Malvinas es el aporte que hicieron los gauchos argentinos y
uruguayos e indios patagónicos al desarrollo y manejo del ganado caballar y
vacuno y al idioma d elas islas, sin quienes jamás se podría haber domesticado o aprovechado esos
recursos.
A su vez, seria importante destacar
el aporte que hicieron los ovejeros malvinenses al desarrollo de la ganadería
ovina del aquel entonces Territorio de Santa Cruz y el comercio que existía en
forma directa entre las islas y el continente.
Debería también mencionarse las
distintas visitas y estadías de argentinos y uruguayos a aquellas latitudes
como la del escritor del “Martín Fierro”, José Hernández y el cura católico, Mignone,
cuyos escritos brindan un panorama de cómo era la vida en las islas y sobre sus
habitantes.
La exploración actual de petróleo
submarino y la futura explotación del mismo en las agua oceánicas argentinas debería
ser abordada en forma objetiva y clara.
Lo mismo habría que hacer con
la pesca del calamar que tanto aporta a la economía de las islas y que va en desmedro de nuestros intereses
pesqueros.
Las distintas corrientes inmigratorias
a las islas (argentinos y chilenos, escoceses, neozelandeses, y actualmente
oriundos de otras ex colonias británicas) y las características socio económicas
de la actualmente reducida población de las Malvinas y la presencia militar británica
en la base de Mount Pleasent, son hechos que deben ser esclarecidos y abordados
en forma objetiva.
Una mejor comprensión de las
características del territorio de las Malvinas, de sus habitantes y de sus
recursos renovables y no renovables, ayudaría a esclarecer al público argentino
sobre las raíces del conflicto sobre la soberanía.
No es con discursos altisonantes que se podrá
algún día recuperar por medios pacíficos el control de las islas, que
además tengan en cuenta también los intereses de los isleños y las posibilidades
de desarrollo económico de las islas en armonía con su maravilloso ambiente
natural. Sólo cuando la
Argentina se convierta en una país serio, próspero y
respetado por la comunidad internacional, podrán los argentinos ocuparse de
recuperar las islas y administrarlas en forma eficiente y armoniosa. La
interpretación objetiva de la historia a través de ese Museo de las Malvinas debe ayudar a ese objetivo.
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