Piden procesar a ex asesor de Macri por el robo de piezas arqueológicas
Pablo
Waisberg Perfil 23/10/2016
Matteo Goretti tenía
59 piezas que fueron sustraídas de un museo cordobés, valuadas en varios
millones de dólares. La Justicia lo investiga por robo y encubrimiento.
Pero los funcionarios judiciales fotografiaron todos los tesoros. El museo reabrió sus puertas en 2014, tras recuperar varios objetos. Goretti escribió libros sobre cultura prehispánica. Foto:Gza. La Boz del interior.
Cuando hicieron el allanamiento en uno de los domicilios de Matteo
Goretti, encontraron muchas piezas arqueológicas que parecían ser
las robadas del Museo Ambato. Sólo se llevaron 59 porque el ex presidente
de la Fundación Pensar (la usina de ideas del macrismo) los convenció de que
las otras no tenían nada que ver con las que buscaban. Poco después, los peritos vieron las imágenes de lo que no habían
secuestrado y confirmaron que también eran parte de la colección robada,
valuada en varios millones de dólares en el mercado negro. Los funcionarios
judiciales volvieron por los platos y vasijas pero ya no estaban. Ese hecho,
junto a otros indicios, será tomado en cuenta por el fiscal Enrique Senestrari
para pedir su procesamiento por robo de bienes culturales y
encubrimiento agravado.
“Es el único imputado pero alguien lo ayudó en todo eso. Por
ejemplo, alguien lo ayudó a mover las piezas entre el allanamiento y el regreso
del personal judicial para recoger las piezas que faltaban. Eso muestra que
Goretti sabe lo que hace y tuvo una conducta de esconder elementos. Y aquí no
hablamos del valor económico de esas piezas, hablamos de su valor cultural”,
señaló Senestrari en diálogo con PERFIL y destacó la
asistencia de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos
(Procelac), que acompañó su investigación.
La ley de Protección de Patrimonio Cultural (25.743), sancionada en 2004,
establece que la tutela sobre los bienes arqueológicos y paleontológicos la
ejerce el Estado nacional. Los coleccionistas que tengan bienes de ese tipo deben
registrarlos ante un ente de aplicación y deben informar dónde los guardan.
Si los trasladan de depósito, también deben informar al Estado. El objetivo es
evitar el tráfico. Por eso, el traslado sin aviso llamó la atención del fiscal.
Investigación. La causa comenzó en 2008, con la denuncia que realizó la Asociación
Civil Amigos del Museo Ambato, conformada por vecinos de La Falda, Córdoba.
Pero tuvo un giro en abril de 2012, a partir de la información surgida de
algunas escuchas telefónicas, que permitieron llegar hasta Buenos Aires y
allanar cuatro propiedades de Goretti, que por ese entonces era asesor del
Ministerio de Hacienda porteño, vocal de la Fundación Pensar (usina de ideas
del PRO y por donde pasaron varios de los principales funcionarios del
Gobierno), director de la consultora Nueva Comunicación y sigiloso lobista del
Grupo Techint.
En el depósito de Libertad al 800, los investigadores encontraron 59
objetos que eran parte de la colección del museo y que en el mercado
negro se pagan hasta un millón de dólares. Esas piezas representaban casi el
10% de las 600 unidades robadas en 2008. Para ese momento, Goretti ya era un
experto en la materia: coautor del libro Tesoros precolombinos del
noroeste argentino, editado en 2006 por la Fundación Ceppa (Centro de
Estudios para Políticas Públicas Aplicadas).
Esa fundación –que lo tiene dentro del Consejo de Administración– está sospechada
de haber funcionado como una plataforma para el lavado de activos (al
menos 1,3 millones de pesos) previamente sustraídos del gobierno porteño. Por
eso, en octubre del año pasado, la fiscal Paula Ochoa imputó por ese delito a
Goretti; al entonces ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y al
integrante del Consejo de Promoción Cultural de la Ciudad Facundo De Almeida.
El caso llegó a la Cámara Federal porteña, que no dudó de que se cometió un
delito pero puso en duda que fuera lavado de dinero y ordenó seguir
investigando.
A principios de marzo del año pasado, Goretti logró el sobreseimiento por prescripción en la causa por el robo de bienes culturales pero los querellantes y el fiscal apelaron el fallo del juez federal Ricardo Bustos Fierro. Finalmente, en julio pasado, la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba anuló la resolución, apartó a Bustos Fierro y ordenó seguir la investigación. “La defensa de Goretti dijo que había una persecución política por su relación con Mauricio Macri pero eso es falso. Las piezas robadas estaban en la casa de Goretti”, señaló a este diario el abogado querellante Eduardo Garbino Guerra.
Tesoros de la cultura precolombina
A principios de marzo del año pasado, Goretti logró el sobreseimiento por prescripción en la causa por el robo de bienes culturales pero los querellantes y el fiscal apelaron el fallo del juez federal Ricardo Bustos Fierro. Finalmente, en julio pasado, la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba anuló la resolución, apartó a Bustos Fierro y ordenó seguir la investigación. “La defensa de Goretti dijo que había una persecución política por su relación con Mauricio Macri pero eso es falso. Las piezas robadas estaban en la casa de Goretti”, señaló a este diario el abogado querellante Eduardo Garbino Guerra.
Tesoros de la cultura precolombina
La colección de piezas del Museo Ambato fue donada por Aroldo Rosso,
que se dedicó a excavar el Valle de Ambato, en Catamarca. Aunque le faltó rigor
científico para exhumarlos en su contexto, Rosso recogió una gran cantidad de
objetos de uso doméstico y ritual de una gran cantidad de culturas
precolombinas: Ampayango, Totoral, Ayampitín, Tafí, Condorhuasi, Vaquerías,
Alamito, Candelaria y Ciénaga, La Aguada (fase Ambato) y San José.
Entre los objetos robados, hay varios de la cultura de La Aguada, que
produjo el mayor desarrollo de las culturas agroalfareras del noroeste
argentino, alrededor del año 500. Elaboraron piezas en cerámica negra, con
formas felinas, y durante ese período se produjo un quiebre en el arte
precolombino, atravesado por cambios políticos. “Es una de las mayores
muestras de las culturas precolombinas”, definió el arqueólogo Alberto Rex
González.
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