“Robo hormiga” en el Museo de Arte Decorativo. Investigan la desaparición de jarrones históricos, cristales y óleos del siglo XVII

La entrada al Palacio Errázuriz, sede del Museo Nacional de Arte Decorativo, esta mañana. Ignacio Sánchez

 Desde el domingo, el Museo Nacional de Arte Decorativo está cerrado. Quien pase por la puerta, sobre la avenida Libertador, no verá nada llamativo, más que las puertas y celosías de las ventanas del palacio Errázuriz cerradas. El interior, en cambio, es un hervidero: desde que se denunció la desaparición de varias piezas históricas, aún no se termina de definir la magnitud de lo que en la jerga penal definen como un “robo hormiga”. Peritos judiciales y policiales, agentes de Interpol y una interventora protagonizan esta investigación en curso que será, a priori, muy difícil por un detalle nada menor: en las salas no hay cámaras de seguridad.

Quien advirtió los faltantes fue el director del museo, el arquitecto Martín Marcos, que radicó la denuncia en el Juzgado Nacional en lo Criminal Correccional Federal N°8, donde ya se abrió el expediente Nº 462/2022. Ante la Policía de la Ciudad, y con las ampliaciones de la misma denuncia realizadas por Ximena Bruzzone, directora de Asuntos Contenciosos del Ministerio de Cultura, Marcos declaró el faltante de tres jarrones de porcelana con forma de ánfora, austríacos, del siglo XIX y de 27 cm. de alto, que debían estar ubicados en una vitrina que se encontró abierta en la sala antecámara Imperio. También faltan seis objetos de vidrio y cristal de distintas manufacturas suecas del siglo XX, de diferentes tamaños y formas, que estaban en la sala denominada “ex boutique”, del subsuelo.

En el inicio de la investigación por la desaparición de piezas históricas, esta mañana la fiscalía e Interpol hicieron procedimientos de rutina en el Museo de Arte decorativo, sobre LibertadorIgnacio Sánchez

Además, faltan la pintura al óleo San José con El Niño, un anónimo de la Escuela de Murillo, de España, del siglo XVII (23 x 18 cm, con marco de 60 x 50), y la pintura al óleo Retrato de Infanta, otra obra anónima de la Escuela Española del Siglo XVII, de 9 x 7 cm, que estaba -como la anterior- en la sala dormitorio de Matías Errázuriz, del primer piso del museo, y tuvo un hurto escenográfico: el marco permanece colgado en su lugar habitual, pero en lugar de la pintura dejaron una fotocopia en blanco y negro.

Desde el sábado, Marcos fue apartado de su cargo para poder darle curso a la pesquisa con la Resolución 210, que firmó el ministro de Cultura, Tristán Bauer. “Toda vez que tal circunstancia se proyecta sobre el Patrimonio Cultural de la Nación, se estima prudente disponer la suspensión preventiva del agente por el plazo de 30 días, a los fines del desarrollo de la investigación y la reunión de las pruebas que conduzcan a la verdad material, evitándose cualquier intento de entorpecimiento que pudiera afectar la investigación sumarial”, se lee en ese texto.

En carácter de interventora, por treinta días, ocupará su cargo la actual directora nacional de Museos, María Isabel Baldasarre, a cargo del proceso de relevamiento e investigación. Baldasarre es Doctora en Historia del Arte y Licenciada en Artes por la Universidad de Buenos Aires, y autora de libros sobre coleccionismo, consumo cultural y moda. Los agentes policiales que esta mañana estuvieron en el museo advirtieron que faltan más cosas. Hace dos años -al menos- que no se hace un inventario: esa será la primera tarea de la interventora. “Desde la investigación les pidieron que hagan un inventario profundo y que hagan una denuncia sola, no una por cada faltante nuevo. Hasta descubrieron que falta una pintura original, que cambiaron por una fotocopia. El Museo Nacional de Arte Decorativo no tiene cámaras de seguridad y el director tampoco las pidió. 

En el mismo inmueble está el Museo de Arte Oriental, y, en cambio, ahí tenían cámaras”, comentaron a LA NACION fuentes policiales. Fue un robo hormiga”, aseguró una calificada fuente de la investigación. Ahora comienza la búsqueda de estas piezas por Internet, donde pueden aparecer a la venta. La investigación está a cargo del fiscal federal Gerardo Pollicita, y la causa N° 462/22, caratulada como “N.N. sobre averiguación de delito”, está radicada en el juzgado del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi. Además de Interpol, división especialista en el rastreo de patrimonio robado, se pidió la intervención de la Policía Científica para la búsqueda de huellas dactilares y otros rastros e indicios que posibiliten la identificación del autor o autores del minucioso robo. También se pidieron al museo copias del sumario administrativo y se requerirá que empleados de la institución presten declaración.

María Paula Zacharías


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