Polémico cambio de director del Museo Histórico Nacional
El
reemplazo de Pérez Gollán por una historiadora revisionista despertó un
"hondo malestar" entre un centenar de académicos e intelectuales
4/4/2013
Sala de restauración del Museo Histórico Nacional, foto La Nación
El
Museo Histórico Nacional (MHN), una de las instituciones más importantes
dedicadas a la preservación del acervo argentino, vive momentos tumultuosos y algo confusos .
Su director, José Antonio Pérez
Gollán, al frente del museo desde 2005, fue reemplazado en medio de una fuerte
polémica académica por Araceli Bellotta, una funcionaria kirchnerista del
Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego. Creado por decreto en 2011,
"El Dorrego", cuyo presidente es el escritor, político, médico e
historiador Mario "Pacho" O'Donnell , propone una nueva visión de la
historia nacional en confrontación con los cánones de lo que suele denominarse
peyorativamente "historia oficial".
La
decisión de la Secretaría
de Cultura de la Nación ,
a cargo de Jorge Coscia, de desplazar a Pérez Gollán llegó como corolario de no
pocas disputas internas y de tironeos presupuestarios, dado que el Museo
Histórico, ubicado en el barrio de San Telmo, en un edificio de fines del siglo
XlX, sobre uno de los márgenes del parque Lezama, muestra visibles signos de
deterioro y un precario mantenimiento.
Apenas
fue desplazado, Pérez Gollán expresó que el revisionismo "es la línea
oficial" de la historia y que no es función del Museo Histórico Nacional
"bajar línea".
Un
centenar de historiadores, arqueólogos, antropólogos, científicos sociales y
trabajadores de museos de todo el país distribuyeron un documento en el que
expresan su "hondo malestar" por el reemplazo de Pérez Gollán. La
misiva, firmada por Noemí Goldman, Adrián Gorelik, Hilda Sábato y Marcela
Ternavasio cuenta con la adhesión de historiadores del calibre de Tulio
Halperín Donghi y del ex secretario de Cultura José Nun.
"La
renovación llevada a cabo por Pérez Gollán estuvo orientada a desterrar las
visiones unilaterales y partidistas del pasado que fueron dominantes durante
décadas para poner en circulación una pluralidad de interpretaciones fundadas
sobre los avances del conocimiento científico", señaló el grupo de
académicos.
Las
declaraciones de Pérez Gollán tras su desplazamiento fueron meditadas con
bastante anticipación. El clima respecto de la historia argentina como elemento
de estudio científico parecería haber ingresado en un limbo donde nada es lo
que se creía, según la visión del nuevo revisionismo. "Esa transformación
-la que había encarado Pérez Gollán- corre serio peligro de estancarse si el
MHN se pone al servicio de un discurso único sobre el pasado que privilegie
alguna corriente de interpretación particular de la historia argentina por
sobre otras posibles", indica el documento de académicos.
Estas
palabras sintetizan una crítica concreta a cierto clima de manipulación de la
historia argentina en favor de ciertos hechos en detrimento de otros; la
construcción de contextos convenientes para algunos protagonistas y funestos
para otros, y la idea falsa de revelar versiones "no oficiales o
silenciadas" por mucho tiempo, aunque llamativamente en este caso este
nuevo revisionismo que propone el desengaño proviene justamente de la matriz de
un Gobierno y no de las posibilidades que otorgan la pluralidad y el rigor
académico.
"Requerimos
que se abra un proceso amplio de consultas y debate público sobre las misiones
y funciones del Museo, una institución fundamental en la construcción de
memorias colectivas", agrega la misiva, que reclama al mismo tiempo que el
museo se convierta en un organismo autárquico cuya dirección sea objeto de un
concurso público
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