El Museo Histórico seguirá cerrado al público hasta abril

Su director fue sobreseído en la causa que investiga el robo del reloj de Belgrano
Sábado 29 de diciembre de 2007, La Nacion
El Museo Histórico Nacional estará cerrado al público hasta abril 2008, según adelantó a LA NACION su director, José Antonio Pérez Gollán, debido a las tareas de restauración, conservación y de seguridad que deben realizarse, a pesar de que hace dos semanas se levantó la clausura judicial que pesaba sobre la institución por el robo del reloj del general Manuel Belgrano, a fines de junio. "Estamos atrasados seis meses, debido a la clausura, en los trabajos que debíamos realizar. Necesitábamos que se abriera el museo para seguir trabajando. Vamos a tender hacia las condiciones óptimas de conservación y seguridad para cuando abra en abril", expresó Pérez Gollán. Ayer se conoció que el director del museo fue sobreseído en la causa en la que se investiga la desaparición del reloj de Belgrano, según un fallo del juez federal subrogante Octavio Aráoz de Lamadrid, quien en su momento dispuso la clausura del museo luego del robo. La decisión del magistrado también alcanzó al resto de los empleados del museo imputados en la causa. El principal museo histórico del país, que cuenta con un acervo de unas 46.000 piezas, ya lleva cerrado al público casi seis meses, tras la clausura que decidió la Justicia el 4 de julio pasado como consecuencia del robo del histórico reloj de bolsillo con cadena de oro y esmalte, de incalculable valor histórico, que Belgrano entregó a su médico en el lecho de muerte como pago por sus servicios. En el fallo que dictó el sobreseimiento, el juez Aráoz de Lamadrid afirmó que "hasta el momento ninguna línea de investigación ha arrojado resultado positivo". Y recordó que no se pudo encontrar el reloj sustraído "ni tampoco individualizar a los presuntos autores del ilícito", según informó la agencia de noticias Télam. Deterioro y suciedad El 14 de diciembre pasado, por una decisión judicial de la Cámara Nacional de Apelaciones, se levantó la clausura, lo que permitió que nuevamente pudiera ingresar con normalidad el personal del museo para retomar las actividades cotidianas en la sede de Defensa 1600, en el barrio porteño de San Telmo. La Secretaría de Cultura de la Nación, de la que depende el museo, había apelado la decisión del juez Aráoz de Lamadrid de mantener cerrada la institución por considerar, entre otras cosas, que la clausura violaba la finalidad del museo de exhibir públicamente los bienes histórico-culturales y obstaculizaba el permanente cuidado del museo y las tareas que en él deben realizarse. Ahora, pese a haberse dejado sin efecto la clausura, el propio organismo que conduce José Nun mantendrá cerrado el museo. "¿En qué condiciones encontraron el museo luego de la clausura?", preguntó LA NACION a Pérez Gollán. "En algunos cuadros hay un deterioro por las condiciones ambientales, las oficinas estaban muy sucias y había muchas hormigas. Así que encaramos la limpieza de los objetos, la ventilación del edificio y la desinfectación, y preparamos un plan de tareas por cumplir." Por lo tanto, el museo estará tres meses más cerrado al público. Pérez Gollán, que está al frente de la institución desde hace dos años, consideró que no es tanto tiempo en relación con los trabajos importantes que se deben realizar y el retraso debido a la clausura. "El trabajo es tan grande que necesitamos cerrar el museo al público", dijo Pérez Gollán, historiador y ex director del Museo Etnográfico, que hizo referencia al proyecto de llegar al Bicentenario "con un museo histórico nuevo", que muestre los procesos sociales desde el poblamiento de la Argentina hasta la actualidad. Pérez Gollán explicó que se está en proceso de chequear los sistemas de seguridad, cerraduras y candados y que se va a comprar un sistema de circuito cerrado de vigilancia para los depósitos y otros sectores que hoy no tienen sistema de seguridad. Y en estos días fue convocado el equipo de rescate de bienes patrimoniales de la Secretaría de Cultura de la Nación para la restauración de las obras deterioradas. Por Laura Casanovas: LA NACION

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