EL ARCHIVO GENERAL DE LA NACION ARGENTINA EN RIESGO
El estado de conservación del patrimonio que alberga el organismo sufre gran deterioro, sin que se vislumbre una política estatal para revertir la situación.
Mariel Fitz Patrick. Periodista
El Archivo General de la Nación alberga buena parte de nuestro patrimonio histórico, social y cultural, a través de documentos que se remontan a la época de la colonia e incluyen textos de todo tipo —oficiales y privados—, así como una importante colección de fotos y registros sonoros y fílmicos.
Lamentablemente, el estado de conservación de estos materiales ha venido sufriendo un fuerte deterioro que pone en riesgo su preservación, sin que se vislumbre una política estatal para revertir esta situación.
En el caso del Departamento de Cine, Audio y Video, un episodio es revelador de las condiciones en que se encuentra el patrimonio audiovisual de todos los argentinos y resulta casi una metáfora del olvido instaurado durante años en nuestro país.
Ante la solicitud para acceder a una copia de la lectura de la sentencia del Juicio a las Juntas, se descubrió que el cassette correspondiente no se encontraba en el Archivo de la Nación. El ejemplo constituye un llamado de atención que no debería soslayarse.
A la insuficiencia de recursos técnicos, se agrega la escasez de personal y su falta de capacitación.
En la actualidad, el Departamento de Video cuenta con sólo seis personas para ordenar y fichar los documentos audiovisuales, y además atender al público. Para ubicar, visualizar y grabar el material solicitado hay un único empleado, cuya gran disposición no alcanza para satisfacer todos los requerimientos en un tiempo razonable.
Este mismo empleado es la fuente de consulta verbal obligada sobre el material recientemente ingresado por donaciones, ya que la persona que se ocupaba de realizar el fichado falleció y nunca fue reemplazada
La otra falencia que constituye una seria amenaza para la reconstrucción de nuestro pasado reciente es la inexistencia de una política de recolección sistemática y obligada de material audiovisual de los últimos años y a medida que se va generando.
Ante un presupuesto asignado al Archivo que resulta claramente insuficiente, el organismo debe apelar a las donaciones de equipos por parte de particulares o a cambio del copiado de imágenes. Como ejemplo, se puede mencionar que el primer televisor color que se incorporó a su equipamiento fue obtenido recientemente por esta vía.
En la práctica, el único ingreso de dinero para mantenimiento y equipamiento en la actualidad corresponde al cobro del servicio de visualización y copiado, que los particulares pagan en efectivo al llevarse el material.
Se da la paradoja de que, como en una época este servicio se cobraba en cassettes Betacam vírgenes, el Departamento cuenta con una sala repleta hasta el techo de videos de este tipo sin uso, a la vez que no cuenta con presupuesto para reparar las máquinas lectoras y grabadoras de este formato.
El Archivo General preserva la memoria de nuestra nación. La falta de memoria es uno de los males que nos signó como país. Quizás sea hora de empezar a recomponer los retazos de nuestro pasado.
Clarin 19/1/06
Mariel Fitz Patrick. Periodista
El Archivo General de la Nación alberga buena parte de nuestro patrimonio histórico, social y cultural, a través de documentos que se remontan a la época de la colonia e incluyen textos de todo tipo —oficiales y privados—, así como una importante colección de fotos y registros sonoros y fílmicos.
Lamentablemente, el estado de conservación de estos materiales ha venido sufriendo un fuerte deterioro que pone en riesgo su preservación, sin que se vislumbre una política estatal para revertir esta situación.
En el caso del Departamento de Cine, Audio y Video, un episodio es revelador de las condiciones en que se encuentra el patrimonio audiovisual de todos los argentinos y resulta casi una metáfora del olvido instaurado durante años en nuestro país.
Ante la solicitud para acceder a una copia de la lectura de la sentencia del Juicio a las Juntas, se descubrió que el cassette correspondiente no se encontraba en el Archivo de la Nación. El ejemplo constituye un llamado de atención que no debería soslayarse.
A la insuficiencia de recursos técnicos, se agrega la escasez de personal y su falta de capacitación.
En la actualidad, el Departamento de Video cuenta con sólo seis personas para ordenar y fichar los documentos audiovisuales, y además atender al público. Para ubicar, visualizar y grabar el material solicitado hay un único empleado, cuya gran disposición no alcanza para satisfacer todos los requerimientos en un tiempo razonable.
Este mismo empleado es la fuente de consulta verbal obligada sobre el material recientemente ingresado por donaciones, ya que la persona que se ocupaba de realizar el fichado falleció y nunca fue reemplazada
La otra falencia que constituye una seria amenaza para la reconstrucción de nuestro pasado reciente es la inexistencia de una política de recolección sistemática y obligada de material audiovisual de los últimos años y a medida que se va generando.
Ante un presupuesto asignado al Archivo que resulta claramente insuficiente, el organismo debe apelar a las donaciones de equipos por parte de particulares o a cambio del copiado de imágenes. Como ejemplo, se puede mencionar que el primer televisor color que se incorporó a su equipamiento fue obtenido recientemente por esta vía.
En la práctica, el único ingreso de dinero para mantenimiento y equipamiento en la actualidad corresponde al cobro del servicio de visualización y copiado, que los particulares pagan en efectivo al llevarse el material.
Se da la paradoja de que, como en una época este servicio se cobraba en cassettes Betacam vírgenes, el Departamento cuenta con una sala repleta hasta el techo de videos de este tipo sin uso, a la vez que no cuenta con presupuesto para reparar las máquinas lectoras y grabadoras de este formato.
El Archivo General preserva la memoria de nuestra nación. La falta de memoria es uno de los males que nos signó como país. Quizás sea hora de empezar a recomponer los retazos de nuestro pasado.
Clarin 19/1/06
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